A mediados de marzo la covid19 empujó a todo un país a seguir un confinamiento familiar donde los alumnos tuvieron que seguir “yendo al cole” desde casa. Durante estas semanas miles de docentes han afrontado un inmenso reto de educar a distancia; algo que jamás se había hecho y, menos aún, de un día para otro. Hablamos en esta ocasión con Chema Ivorra, Director de Comunicación de Arenales Red Educativa, el cual nos explica cómo gestionaron desde el centro la teleformación, pistas sobre cómo podrá ser el curso próximo y cómo detectar el posible “fraude” de los alumnos ante un examen online.
¿Cuáles son los principales planes de contingencia que aplicará el colegio cuando vuelva la reentrada de un hipotético 100% de alumnos? Es decir, entrada escalonada al centro, test aleatorios, cierres de espacios…
Hemos estado trabajando e implementado un protocolo de contingencia para garantizar la seguridad de circulación de alumnos y personal. Vamos a establecer distintas entradas y horarios de acceso según las etapas educativas para evitar las aglomeraciones; marcar el suelo de los accesos y de los pasillos para delimitar la distancia interpersonal y crear carriles de circuitos de dirección; en las aulas se mantendrá la distancia de seguridad y se trabajará para que haya una continua ventilación. También se fomentarán nuevas medidas de convivencia como promover la comunicación de lengua de signos entre la comunidad educativa para guardar la distancia interpersonal.
¿Se modificarán las ratios de alumno? En tal caso, en base a qué criterio
Esperamos que no sea necesario. Hemos pedido a las autoridades educativas y sanitarias que se establezca una distancia de seguridad y que, cuando sea difícil mantenerla, se use mascarilla. Si se diera un escenario peor, el ratio de las aulas se ajustará a las indicaciones que se establezcan. Esta medida nos llevaría a tener que combinar clases presenciales con virtuales.
Hablando de espacios…quizás ahora sea un buen momento para otorgar otros usos distintos a un espacio concreto -convertir un gimnasio (por su gran tamaño) en un aula, por ejemplo- ¿Cree que los colegios llevarán a cabo medidas de este estilo?
Dependerá de cada centro y de sus instalaciones. Es cierto que los gimnasios puede que se conviertan en aulas multidisciplinares en algún momento por sus dimensiones. También se ha valorado aprovechar los espacios abiertos como el patio o los parques públicos para desarrollar clases, por ejemplo, de educación física.
Desde un punto de vista de limpieza, ¿Cómo lo gestionará el colegio?
Vamos a reforzar los servicios de limpieza empezando por una desinfección interior general de los centros. Después se ha diseñado un plan de limpieza especial en el que se va a cuidar diariamente la desinfección de las superficies de aulas, baños, interruptores, teclados… con productos desechables. También se va a poner especial énfasis en los puntos más utilizados como pomos de puertas, mesas, barandillas, apoyabrazos…
Respecto a cómo gestionar la limpieza, un colegio de Madrid ha anunciado de cara al curso próximo una tasa sanitaria anual (159,50€) para hacer frente a los hidrolimpiadores, máscaras del personal sanitario, etc. ¿Qué opina de esta medida y qué otras alternativas hay?
Creo que la mayoría de los colegios está esperando a recibir las instrucciones sanitarias definitivas para el próximo curso. Cuando se sepan se podrán evaluar los costes que esperamos no sean elevados y puedan asumirse con normalidad. Confiamos en que no será tanto cuestión de gastos elevados como de cuestiones organizativas.
Estamos pidiendo a las autoridades educativas y sanitarias que haya pronto normas claras y sencillas sobre COVID19, que puedan adaptarse a centros muy diferentes, y que sean consultadas antes con el sector para asegurar su viabilidad.
Covid19 ha sido -sin duda- el impulsor de la formación online en prácticamente todos los ciclos. ¿Cuáles estima que son los aspectos de mejora de dicha formación para el curso próximo?
Efectivamente podemos decir que la teleeducación ha venido para quedarse. La mejora pasará por trabajar con previsión y con capacidad de adaptación a los escenarios que se presenten. A raíz de esta crisis hemos considerado abrir nuevos proyectos de colaboración entre los profesores de la Red de forma telemática. Uno de ellos es ir conformando un repositorio de contenido educativo original que permita ir virtualizando determinadas materias ante la necesidad de combinar la educación virtual y presencial.
¿Qué tecnologías emplearán para hacer exámenes online con la certeza de que los niños no copien ni obtengan los resultados por otras vías?
Cada colegio está adoptando sus propias medidas. El mayor control se está haciendo en los cursos de final de etapa 4º ESO y 2º BACH. En algunos centros se han diseñado protocolos de control en el que los alumnos se examinan con dos o hasta tres dispositivos conectados: uno en el que se realiza la prueba y los otros que graban al alumno mientras realiza dicha prueba. Intentamos poner los límites a la picaresca 3.0 para que no sea tan fácil llevarla a cabo. Antes del examen se procede a realizar un control de dispositivos de apoyo, se pide que realicen una panorámica de la habitación y del escritorio para confirmar que no hay apuntes o personas que puedan ayudar al alumno. Además se les pide que dejen el micrófono abierto.
Recientemente una estudiante universitaria afirmaba estar siendo evaluada constantemente pero que apenas aprendía nada, fruto de la nueva teleformación; sentir que se ha ampliado también entre familias con niños en educación primaria y secundaria. ¿Cuáles son los puntos sobre los que habrá que trabajar desde los colegios para lograr una educación más efectiva? (no sólo mandar tareas y deberes, sino enseñar)
Hay que partir de que la enseñanza online difícilmente puede sustituir por completo a la enseñanza presencial. Además, es un modo de enseñar que no sigue las mismas reglas pedagógicas: la programación es diferente, y también lo son los contenidos, las tareas, los modos de evaluar, etc. Todos tenemos que aprender a hacerlo mejor, tanto los docentes como los alumnos. Creo que la clave está, como digo, en la elaboración de los contenidos y de su programación, el modo de hacer la tutoría, el modo de evaluar, cómo motivar al alumno que está lejos, etc.
Ante esta pandemia, y de cara a próximas que pudieran suceder en el futuro, ¿cuáles han sido las principales debilidades y cómo estima que podrán salvarse en un futuro?
La debilidad fue pensar que esto no podía llegar a pasar. Creo que en los colegios se supo reaccionar a tiempo trabajando a nivel de red. El presente nos está empujando a pensar en un futuro en el que se trabaje más en equipo, con una mayor previsión y una mayor adaptabilidad, teniendo siempre en el foco a toda nuestra comunidad educativa y sus necesidades. Enfrentarse a esta crisis con la visión particular de varios colegios, como es el caso de Arenales, nos ha proporcionado una perspectiva más amplia para adoptar medidas reales y eficaces a nivel local.
¿Cuáles han sido las mejores prácticas y experiencias que covid19 ha llevado al aula?
Durante las primeras semanas de confinamiento se decidió lanzar en las webs de los colegios el portal “A Tu Lado” en el que los alumnos podían acceder al material educativo necesario para continuar con el curso como apoyo a las conexiones virtuales con sus profesores y compañeros. También, muchos de los servicios que ofrecemos a nivel presencial como los de secretaría; tutorías con padres y alumnos; los de orientación o de enfermería tuvimos que replantearlos a una modalidad online. Los padres y alumnos podrían ser atendidos de forma telemática a través del personal del colegio. Esta modalidad se ha convertido en una alternativa de servicio al público que iremos mejorando de cara a futuras necesidades.
Entre otras cosas, covid19 ha puesto de manifiesto la brecha digital entre alumnos ¿Cómo ha resuelto Arenales esta dificultad, con niños que carecían de equipos y/o Internet en casa?
Efectivamente, pusimos especial atención a esta realidad que afloró al calor de la crisis y enseguida pusimos interés en conocer cuáles eran las dificultades de conexión y de falta de dispositivos entre algunas familias. Cada caso ha sido atendido por los tutores y directores de los colegios. En cada uno se han puesto los medios para conectar con las familias y proporcionar las tareas en aquellos casos en los que no hubiera opción de conectarse. Para el curso que viene se continuará poniendo los medios para que la conexión no sea un problema a la hora de atender a las clases.
¿Sería posible que la escuela concertada dispusiera de un número de plazas sólo para formación online, al estilo de la UNED, con determinadas horas para resolver dudas a los alumnos? (incluso como una nueva vía de financiación y que, al menos en Galicia, ya hay colegios que la están sopesando)
Creo que la escuela tiene una misión socializadora que habitualmente debe hacerse de modo presencial. Pienso que es diferente en el caso de la universidad o de la enseñanza de adultos. Quizá puede plantearse algo de ese estilo para el Bachillerato y la Formación Profesional.
Desde un punto de vista didáctico y metodológico ¿las compañías editoriales deberán reinventarse y desarrollar contenidos para consumir y compartir online; contenidos 100% digitales basados en realidad aumentada y virtual que permitan una auténtica formación (no hablamos de un pdf o proyectar un vídeo de youtube…); o, por contra, el clásico libro de texto aún tiene larga vida?
Así es. No basta con trasladar a la enseñanza online todo igual. Hoy se sabe ya mucho de la enseñanza online de adultos pero no está adaptada para la enseñanza primaria y secundaria. Y entiendo que en el mundo actual no es hoy una necesidad clara para menores de edad pues esperamos que pronto los confinamientos hayan pasado a la historia. Pero hay que desarrollar todo eso para que estemos preparados si vuelve a haber confinamientos. Y puede ser útil para lugares en los que la enseñanza presencial sea difícil por razones de movilidad (zonas remotas, islas, situaciones de enfermedad, etc.).