La actual situación del Estado de Alarma al que ha quedado sometida España por el covid-19 ha empujado –de manera obligada- al confinamiento en sus casas de millones de personas. Para intentar mantener una marcha lógica la práctica totalidad de las empresas ahora teletrabajan, lo cual supone un gran reto para las telcos debido al incremento notable del ancho de banda consumido. Mientras los coles cierran sus puertas a los algo más de 8 millones de alumnos, los profesores tienen que seguir su currículo durante, muy posiblemente, un mes más.
Las soluciones tecnológicas que Singladura pone a disposición de los colegios para ofrecer teleformación se basan tanto en hard como en software. En la parte “hard”, las soluciones tipo PDI. Así, hay ciudades donde los maestros sí pueden acudir a sus centros escolares. Allí, cada profesor “recluido” en su aula, evitando el contagio entre los propios docentes, puede conectarse a través de sus PDI de Promethean. Mediante su cámara web el profesor puede conectar con todos los alumnos que reciben su formación a distancia, desde sus casas. El profesor puede escribir anotaciones en la PDI como compartir ficheros de audio y/o vídeo para que los alumnos, en tiempo real, lo puedan ver desde sus hogares. Ésta es la forma más similar a una “clase al uso”, donde el profesor explica un temario y sus alumnos atienden desde sus hogares.
Desde el punto de vista de software Promethean diseñó Classflow, una aplicación -basada en la nube- por la cual el docente puede conectarse con su propio ordenador desde casa con los alumnos. El beneficio y gran diferencia de Classflow frente a la mayoría de las plataformas educativas es la bidireccionalidad y la comunicación en tiempo real entre docente y alumnos, exactamente igual que si ambos estuviesen en un aula. El profesor puede explicar un temario escribiendo en una pizarra virtual que ven los alumnos en sus equipos, puede compartir material complementario para ahondar en las explicaciones e, incluso, lanzar preguntas tipo test a sus alumnos. De este modo, además, se garantiza que ningún niño podrá copiar pues deberá responder prácticamente al momento.
La gran diferencia de Classflow es que permite entregar al docente feedback al instante respecto al progreso de cada alumno a distancia, preparando tareas personalizadas en función de los test que cada niño responda. Esto significa que, inclusive en momentos tan críticos, el profesor puede conseguir una evaluación continua real y efectiva.
Classflow es una solución educativa completamente abierta, 100% estándar, de modo que las comunicaciones visuales con sus alumnos pueden desarrollarse con cualquier gestor de vídeo llamada gratuito (skype, hangout, facetime, etc.).
Qué podemos aprender de esta situación
Desde hace años, en Singladura hemos apostado decididamente por la enseñanza colaborativa. Al principio sólo unos pocos colegios vieron grandes bondades en esta peculiar forma de aprendizaje, donde los alumnos de una clase debían trabajar en conjunto para presentar un tema: documentarse, exponerse, rebatir tesis, etc. Desde Singladura observamos el gran potencial que podría tener ampliar ese “aprendizaje colaborativo” y llevarlo a un nuevo escenario, donde los alumnos pudieran aprender compartiendo conocimiento no sólo con los compañeros de su aula, sino con chicos de otros colegios, fuesen del mismo país o –incluso- colegios situados en el extranjero. Hoy, gracias en parte al obligado confinamiento, observamos que sí es posible que unos alumnos puedan interactuar desde Apps, sitios web o plataformas educativas para ampliar conocimiento de una materia. Obviamente se trata de un proceso altamente enriquecedor donde, mucho más allá de la materia aprendida, los alumnos pueden conocer en detalle cómo se puede explicar en otras lenguas, qué características son importantes para según qué grupo de alumnos en función de su edad, residencia, costumbres locales, etc.