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David Montejano Bravo trabaja como maestro de primaria y -anteriormente- como Director en el Colegio Miramadrid, en Paracuellos del Jarama. Recientemente ha sido elegido entre más de 1300 profesores como uno de los mejores docentes de España según Educa ABANCA, y cuyos Premios se entregarán dentro del 1º Congreso Mundial de Educación que se celebrará en La Coruña el próximo 22 de febrero. Finalmente ha conseguido alzarse con el puesto 10 lo cual, como él manifiesta, es ya
más que un éxito.
De entrada, nuestra más sincera enhorabuena y felicitaciones. Eres el décimo
mejor profesor de toda España. ¿Qué se siente al ostentar semejante
consideración?
Felicidad. Es muy sencillo, y son pocas letras, pero realmente es algo grandioso. Una satisfacción que a diario hace que mi corazón reviva esta alegría. También es un orgullo, porque pone de manifiesto mi trabajo a través del reconocimiento de muchas personas que un día decidieron proponerme a estos premios. Además, me ayuda a seguir trabajando por una enseñanza innovadora en la que prima la felicidad y motivación de los alumnos a través de mi pasión por lo que hago. Estar en el puesto 10 de más de 1300 docentes no es ni fácil ni difícil pero sí demuestra que estoy por algo y, por lo tanto, que el camino educativo que he decidido tomar para enseñar es el correcto.
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Montejano aplica Realidad Aumentada y Virtual en sus aulas; y los resultados son ¡fantásticos! |
¿Cómo es una clase de David Montejano?
Mis clases son… ¿divertidas? Más bien diría que son emocionalmente sanas pues lo que más importa -en una sesión de trabajo- es ver sonrisas, conversaciones, respeto y -como decía antes- diversión; lo que hace que sea un aprendizaje “emocionalmente sano”. En mis clases busco despertar la curiosidad y el interés por aquello que planteo en el aula pero, sobre todo, busco que los alumnos sean libres de pensamiento y puedan en todo momento crear y resolver aquellos problemas que les planteo partiendo, si es necesario, del error. Intento llevar los contenidos a la realidad que ellos viven y en el caso de contenidos que les quedan lejanos o no les interesan, darles “una vuelta de
rosca” para que algo previsiblemente aburrido pase a dejarles con la boca abierta. No hay mejor explicación que un ejemplo. Hace poco empezaba a estudiar con mis alumnos de sexto los temas de Historia, comenzando por la Revolución Industrial y la Revolución Francesa, algo que inicialmente, sin conocerlo, aborrecían la mayoría. Pero no fue así, primero, por la pasión que le pongo y que, en este caso, me hizo buscar aquellas cosas que no se cuentan de la historia y que no son interesantes en un libro de texto. Nos plantamos ante la escuela de hoy y su procedencia, la lotería de Navidad, los “gatos” de Madrid, la competición de burgueses con el Rey o la manía de este por trabajar de noche e incluso con reinas que no comían en público. Y un alumno me preguntaba ¿esto viene en los libros?, y le tuve que decir que no. Realmente este no es el objetivo, pero si acompañaba a esas revoluciones de todos estos hechos, sería mucho más fácil asimilarlo. El simple hecho de ver sus caras y sus manos levantadas queriendo preguntar más cosas y saber el por qué me demostraba que íbamos “viento en popa”. A esto le junto la magia de la tecnología para crear cuentos con los que “deconstruir” la Historia, poder crear en clase un plano de metro de los acontecimientos realizando
transbordos por el mundo o llenar el espacio de marcadores de realidad virtual para convivir con el pasado. Y perdón por alargarme en esta pregunta, pues todavía no la he respondido por completo, porque si alguien rompe el ritmo de la clase (que puede pasar), es algo que simplemente hay que trabajar en dos vías, buscar el “enganche del alumno” y explicarle detenida y educadamente que no puede repetirse esa situación, haciéndole entender que es por su bien y el de los compañeros. Aunque la verdad, es que no suelen darse situaciones así, pues la clase es cambiante, en movimiento e infinita, lo que no permite que ocurran situaciones de este tipo. Mira, la pasión y la ilusión se contagia; y es así, aunque también se contagia la tristeza la cual, a veces en valores o con mi tutoría, ha sido necesaria. Al final se trata de trabajar dos cosas importantes: las inteligencias múltiples y la educación emocional.
Explicaba en nuestro blog el eminente Francisco Mora que los profesores deberían ser la piedra angular, “la joya de la corona de cada país”. ¿Están suficientemente reconocidos los docentes (no ya sólo en el plano económico)?
¡Puff!, todo un placer poder compartir palabras o pensamientos con Francisco Mora. Bien, te diré que esa primera piedra de cualquier construcción es, en definitiva, el resultado de un trabajo bien aprendido y de un maestro que enseñó a su pupilo. No sólo hay maestros en los colegios pues hay incluso maestros de la vida, pero entendiendo a Francisco Mora estamos hablando de los docentes de las escuelas infantiles, los colegios, institutos, formación profesional, adultos o incluso universidad que son la base de cualquier inicio y -por qué no- responsables del culmen del mismo.
La sociedad ha cambiado y el docente ha dejado de ser una figura respetada y valorado como lo era antes. Es verdad que los tiempos han cambiado y actualmente la sociedad tiene una mayor formación, pero eso no quita que se debe seguir respetando la figura del docente porque es la base del aprendizaje inicial de cualquier persona.
Algo que nos está pasando a través de este premio es que los medios de comunicación no se hacen eco de la noticia. Os puedo decir que yo mismo contacte con algunos medios de comunicación (o directamente programas) y que no recibí ni una sola respuesta de interés de los mismos. En este sentido, los docentes coincidimos en que si hubiese sido otro tema social como el fútbol, entrar en un reality o tener relación con un famoso, los medios se habrían hecho eco de la noticia en el mismo momento. Es triste, en el sentido de no dar valor a la educación, pues no digo que lo otro no lo tenga, pero creo que “el orden de los factores (en relación a cuál debería estar a la cabeza), si altera
el producto”.
La entidad financiera gallega ABANCA lanzó a finales del curso pasado el Premio Educa ABANCA para “localizar” al mejor profesor de España y que destacara por determinadas cualidades (trato con el alumnado, innovación pedagógica, etc.) Y entre miles de profesores, David Montejano. ¿Cómo ha sido el proceso de selección? ¿Quién determina quién es el mejor profesor de España?
El proceso de selección ha sido de la siguiente forma: en un primer momento las familias, alumnos y amigos te postulaban y te proponían para participar en el proceso. A partir de ese momento el equipo de Educa ABANCA, pasaba el primer filtro y, en mi caso, quedábamos inscritos más de 1300 docentes.
Posteriormente, entrado el verano de 2017, tuvimos que rellenar nuestra propia postulación contando cómo era nuestra metodología, presencia en redes, trabajo de los valores, publicaciones, conferencias, etc., es decir, un conjunto de criterios de los que saldría una selección de los 10 mejores docentes, en mi caso en la categoría de Primaria.
Dicho esto, el 30 de noviembre de 2017, se hizo público el fallo del jurado, publicándose el nombre de los 10 finalistas, entre los cuales me encontraba yo. Después, lo que Educa ABANCA realizó, fue colocarnos por orden de puntuación, obteniendo el 10º puesto, nada mal de más de 1300. Los 10 finalistas acudimos al I Congreso Mundial de Educación en La Coruña entre el 23 y 25 de febrero para recoger nuestro premio. El jurado, que determinó las puntuaciones, fue seleccionado entre
diferentes perfiles de docentes (elegido por Educa ABANCA) que valoraban diferentes
propuestas.
Entre los criterios que se han seguido para dar con ese mejor profesor figuran –por ejemplo- la realización de actividades innovadoras en el aula, la presencia del docente en redes sociales y plataformas y la posesión de una web (o blog) propia del profesor. ¿Cómo implementa uno de los mejores profesores de España –David Montejano- las TIC en el aula?
Efectivamente, uno de los criterios era el uso de las TIC en el aula, que coincide además con ser el que menor puntuación otorgaba, aun siendo el eje vertebrador de nuestro futuro. En mi caso yo integro las TIC a través de diferentes recursos y herramientas.
Por una parte hago que los alumnos empiecen a trabajar a través de ellas para presentar trabajos utilizando aplicaciones como Padlet, que es un muro virtual donde ellos suben el trabajo (como si de una pared del aula se tratase pero virtual). Este muro puede ser consultado por los compañeros y docentes, y en él vemos los trabajos de los alumnos.
También les enseño a realizar actividades como los cuentos que leíamos de pequeños en los que al final de la hoja tienes que elegir cómo continuarla y -dependiendo de lo que elijas- sigues en una u otra hoja. Esto lo hacemos a través de las herramientas de Google. Otras aplicaciones que vemos en clase son Powtoon (para realizar presentaciones), Canva (infografías) y un gran número de aplicaciones más que a veces se usan en el móvil, ordenador o indistintamente.
Bien, ahora es el momento de hablar de la Realidad Aumentada (RA) y Realidad Virtual (RV). La primera es la que te introduce dentro de un juego o actividad y te sientes inmerso en un lugar en el que no estás, mientas que con la RA, el alumno lleva objetos digitales al mundo real combinándolos.
En clase he utilizado la Realidad Aumentada en diferentes actividades, pero actualmente estoy trabajando con el aprendizaje de la Historia de España en 6º de primaria. En este caso he trabajado con los alumnos la creación de una línea del tiempo a través de una actividad llamada “El Metro de la Historia”. Ellos elaboran un plano de metro de la historia con dos líneas, la de España y la del Mundo. En las diferentes paradas los alumnos registrarán mediante realidad aumentada material relacionado con ese momento, ya sea un vídeo, documento, audio, etc.
Os dejo la entrada de mi blog en la que explico esta actividad en detalle porque así los docentes pueden aprender a utilizar este recurso: “El Metro de la Historia” También he utilizado esta semana laRealidad Aumentada para crear en clase un planeta que tenían que imaginar que habían descubierto ellos mismos. Después, a través de la RA, los alumnos veían su planeta en clase con sus colores.
En definitiva, el uso es muy amplio y cada día hay más posibilidades ante la RA. No puedo olvidar la RV en la que podemos plantear que los alumnos recorran -a través del uso de las gafas- un lugar como el Museo del Louvre. El abanico de posibilidades que genera Expediciones de Google, donde cada alumno utiliza sus gafas y donde el profesor a través de una tablet dirige el camino de los alumnos para recorrer sitios determinados, son casi infinitas.
Esto es algo que no está a día de hoy en España, pero esperemos que llegue pronto. Hay diferentes aplicaciones con las que puedes hacer la actividad pero sin poder controlar el profesor por dónde tienen que ir los alumnos.

«Trabajo las emociones dedicando una sesión semanal en la que nos sentamos en el suelo recuperando la asamblea propia de infantil; algo que debería instaurarse también en primaria por parte de los docentes y hablamos de lo que ha pasado a lo largo de la semana»
En Singladura tuvimos ocasión hace unos meses de entrevistar a otro profesor que comparte contigo el haber sido nominado como uno de los mejores profesores del mundo, en los Premios Nobel de los docentes, David Calle. Éste apelaba a una mayor integración aún de las TIC en el aula, en todos los aspectos incluso con el empleo de redes sociales. ¿Por qué mejora tan sustancialmente el resultado académico de los chavales el empleo de las TIC/redes sociales?
La respuesta creo que es muy sencilla porque estamos usando las mismas herramientas que ellos, las herramientas que en este momento fomentan su interés. Existe una distancia tecnológica entre el docente y el alumno pues cuando un docente o yo mismo, les hablamos de Musical.ly, Instagram o cualquier juego de las diferentes plataformas existentes, lo que recibes por su parte es: ¿tienes Musical.ly? ¿Juegas a Fornite? Para ellos, ciertas redes sociales o plataformas, son propias de su edad, e incluso piensan que ni siquiera las conocemos. Esta semana, se enteraron que jugaba a un juego online al que también juegan ellos. Pues bien, en el patio, acudían a mí alumnos de diferentes edades y cursos (alumnos a los que no doy clase) y me hacían preguntas para corroborar si era verdad.
Si a esto le sumamos el aprendizaje de ciertas asignaturas, desde una tablet u ordenador, junto a las actuales propuestas de programación a través de la robótica, estamos acercándonos a lo que para ellos genera una motivación directa.
En este trimestre estamos trabajando con dos plataformas online para estudiar la Historia de España y esto ha generado en ellos gran interés y motivación, pues ya no se trata del cuaderno, las actividades y del estudio constantemente por memorización.
Además, cuando les enseñas estas herramientas, tienes que jugar con el interés, generarlo de una manera sencilla indicándoles -por ejemplo- que con esta herramienta, podrán crear encabezados, banners o fondos para sus redes sociales entre las que incluimos sus propios canales (muchos son youtubers o intentan dar sus primeros pasos) y después de la clase, veo como algún alumno se acerca a mí para preguntarme algo más por esa herramienta, que yo le voy a enseñar para aprender la Historia de España.
Es importante que los docentes estemos constantemente actualizados y conozcamos las
herramientas que ellos (los chavales) manejan y con las cuáles captamos su interés y -seguidamente- su motivación. En este punto te diré que, en diciembre, cuando les adelante que empezaríamos en enero a estudiar historia, recibí caras de aburrimiento y desgana, mientras que ahora, si les preguntas, están encantados.
¿Sería posible que un Colegio (o Institución Educativa) pudiera erigirse en un
futuro en un MIT en España? ¿Qué faltaría?
Yo pienso que si es posible, y que además es un reto que seguro que algún centro educativo ya se está planteando. Como decía antes, falta actualidad y conocimiento por parte de los que estamos dirigiendo y trabajando en las instituciones educativas y, después, un cambio de mentalidad en el sentido de cómo debemos enseñar, pasar a ser de una vez por todas maestros como guías del aprendizaje y no maestros como ponentes. A mí me encantaría poder ser parte de este proyecto y poder llegar a ser un centro MIT, ya me lo imagino…
En una entrevista te refieres a cómo los profesores tienen que saber adaptarse rápidamente al estado del “grupo”, de la clase, trabajando con las emociones…
Cada docente sabemos que los grupos que se generan en las aulas son diferentes y que las herramientas que usamos en uno, a lo mejor no funcionan igual en otro. En este sentido intervienen varios factores importantes, pero destacaré dos: el sentido de grupo y el estado emocional individual-grupal.
Hay algo que debemos tener en cuenta: es necesario que en el campo educativo se trabaje con una base sólida que parta de la inteligencia emocional. Goleman explica que “la Inteligencia Emocional es el conjunto de habilidades que sirven para expresar y controlar los sentimientos de la manera más adecuada en el terreno personal y social«. Así pues, debemos determinar y definir que las emociones las conceptualizamos a través de los sentimientos y, esto, influye en la persona y determinan su estado de ánimo. Es muy necesario ser feliz, cultivar la paz interior, y de esta manera estar preparado para aprender; a lo que debemos sumar la motivación que debe generarse en el aprendiz a través de lo que presenta el docente; que si -además- lo hace con pasión, habrá ejecutado la receta perfecta.
Dicho esto, mi trabajo en base a las emociones es a diario, empezando por algo tan sencillo como recibir a los alumnos dándoles los buenos días con una sonrisa en la cara.
Seguidamente, los alumnos acuden a la pizarra digital, donde registran su estado emocional en ese momento, algo que a mí como docente me ayuda antes de empezar mis clases. ¿Te imaginas que al ir a empezar una sesión de matemáticas te encuentras con que un grupo de alumnos te ha trasladado que su estado emocional lo identifican como triste?
Esta pregunta debe tener respuesta inmediata y dedicar unos minutos a “hablar” e intentar redirigir esas emociones para que la predisposición sea optima, pues ante la tristeza, no podemos esperar que haya motivación ni interés y por lo tanto, aprendizaje.
También dedicamos una sesión semanal en la que nos sentamos en el suelo recuperando la asamblea propia de infantil (por cierto, debería instaurarse también en primaria por parte de los docentes) y hablamos de lo que ha pasado a lo largo de la semana pero centrados en la parte emocional. Es decir, un alumno se levanta y cuenta una situación que le ha afectado a nivel emocional “esta semana nadie ha jugado conmigo” o también pueden trasladar cosas como “quiero dar las gracias a Andrés por ayudarme siempre”.
Estos momentos que se generan llevan un trabajo previo porque -en definitiva- están sacando muchas cosas que de otra manera quedarían en uno mismo, problemas o situaciones sin resolver o cosas que no se comunican y que a otros les pueden hacer feliz. Se genera un ambiente muy bonito y sincero que siempre acaba con un abrazo hacia la persona que se ha dicho algo o viceversa. También trabajamos otras cosas que ellos, los padres o yo mismo, identificamos como problemas. Un ejemplo de esta semana fue el “miedo”, que partía en diferentes alumnas por distintas situaciones. Para trabajarlo, primeramente nos apoyamos en un cortometraje y, después, un debate en el que analizamos el contenido y el fondo del mensaje que se transmitía hasta llegar a proponer soluciones; no ver el miedo como una vergüenza y poder llegar a compartir con los compañeros los propios miedos y ver, que en ellos, lo que encuentran es ayuda y apoyo para superarlos. Diré que en esta sesión vivimos experiencias muy bonitas y, lo más importante, que mis dos alumnas fueron capaces de expresar sus miedos ante los demás, contarlos y recibir ayuda y apoyo de todos sus compañeros.
Hablando de esa gestión del cambio, el último informe PISA deja un preocupante dato: España se sitúa en la media de los países de la OCDE al trabajar en entornos colaborativos; y sólo el 4% roza la excelencia. Puesto que están demostrados los beneficios de los alumnos que saben trabajar de manera colaborativa (sobre todo de cara a su futuro), ¿qué puede hacer un profesor para mejorar estos resultados?
Lo primero que debe hacer es entender que tener a los alumnos agrupados no significa trabajo colaborativo. Esta visión actual procede de los trabajos en equipo de grandes empresas que han obtenido buenos resultados. Un ejemplo clave es Google, donde se trabaja de una manera muy diferente a como se trabaja en otras empresas. Este cambio de forma de trabajar está lejano para muchos, porque a veces cuesta salir de la zona de confort. Esto mismo ocurre entre el profesorado, donde todavía podemos ver muchas clases magistrales en diferentes niveles educativos, con el alumno como un agente pasivo que sólo escucha y recibe el conocimiento del docente sin ser partícipe del mismo, sin vivirlo, sin practicar y cometer errores. Esto también incluye a los docentes que enseñan los contenidos y los acompañan de ejercicios prácticos de un cuaderno para hacer en clase.
Esto necesita un giro importante y cambiar la forma en la que el docente enseña, dejando de lado la clase magistral para dar paso al Aprendizaje basado en Proyectos (ABP), Aprendizaje Cooperativo, Visual Thinking, etc.
Ahora bien, la pregunta tiene una respuesta directa, pues el profesor debe hacer varias cosas:
- Salir de la zona de confort.
- Abrir la mente a otras propuestas metodológicas.
- Investigar, leer y probar.
- Formación.
Esta receta no es mágica, es simplemente dar un paso adelante.
Las familias juegan un papel fundamental en el desarrollo de los alumnos, los cuales pasan más tiempo en el colegio que en sus hogares. ¿Cuál es tu opinión de los grupos de Whatsapp que tanto han dado que hablar en los últimos meses? y ¿qué recomendaciones darías a las familias para obtener la mayor eficiencia al utilizar esta plataforma de comunicación?
Los grupos de Whatsapp existen a todos los niveles y pueden ser muy efectivos si se usan para el fin para el que se crean. Los padres deben aprender a gestionarlos y saber qué corresponde al grupo de padres de clase. Además, deben ser los responsables en la enseñanza del uso de los grupos de sus hijos, y por lo tanto, si no saben gestionar los suyos, difícilmente puedan ayudar a sus hijos a gestionar los suyos.
Creo que el problema real no emana de los grupos de Whatsapp sino del constante cuestionamiento de la labor de los centros y de los docentes y de sus decisiones que toman al amparo del Proyecto Educativo. Si atendemos a los conflictos que conocemos en diferentes Whatsapp podemos ver diferentes problemáticas:
- Quejas del profesor.
- Quejas de un compañero.
- Querer decidir cómo enseñar.
- Quejas de los deberes.
- Uso del Whatsapp en vez de educar bajo la responsabilidad.
- Poner en valor información no contrastada: bulos.
Hace poco publicaba un post en el Blog Míranos y Únete en el que recogía esta problemática en relación a los deberes, pero os dejo en enlace para que lo podáis leer: Estudiar sin deberes, ¿es posible? Era una oda a la reflexión por parte de los padres y de sus conversaciones por Whatsapp a partir del tema de los deberes. Yo recomiendo su uso pero bajo una correcta gestión y la responsabilidad de cada uno de sus miembros. En este sentido es muy bueno que exista la figura del “Padre Delegado” para poder acudir a él y que sea quién formalmente, comunique los problemas al profesor. Un grupo de Whatsapp de padres debe ser efectivo y que suene cuando sea estrictamente necesario, algo que podemos aplicar a muchos tipos de grupos.
En el momento en el que miras el grupo de Whatsapp y tienes más de 10 mensajes de un mismo tema o una cantidad mayor sin sentido, el grupo pierde su valor. Ahora bien, el grupo de Whatsapp de padre de clase tiene unas finalidades:
- El grupo de Whatsapp no tiene el fin de resolver dudas sobre una excursión; no es el sustituto a la circular del Centro.
- No debe concebirse como la agenda del alumno.
- Debe tratar temas que afecten al grupo, no para resolver dudas entre sólo dos personas.
- Los grupos de Whatsapp no son para mandar mensajes de terceros, ni para recibir publicidad.
- Y, por supuesto, no son para descalificar ni a padres ni a profesores, siendo siempre respetuosos.
Por cierto, una pregunta que –seguro entre colegas- os hacéis de vez en cuando:
¿cómo podemos captar la atención del alumno?
Esta pregunta creo que la he respondido a lo largo de toda la entrevista a través de los ejemplos que he ido dando. Si hay algo que debemos tener en cuenta es la motivación-curiosidad y la felicidad. La atención nace de la curiosidad e interés que despertemos en los alumnos con nuestras actividades y propuestas. Esta curiosidad hace que se despierte la motivación y por lo tanto, el aprendizaje. Todas estas conjugaciones hacen que el alumno se presente feliz ante el aprendizaje (aunque no podemos olvidar que también tendremos que gestionar las emociones que traigan desde casa). “Para aprender hay que ser feliz y estar motivado y para eso, necesitamos un docente que a través de su pasión despierte la curiosidad e interés de sus alumnos”.
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