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Arrancamos un nuevo curso con energías renovadas después del periodo estival. En Singladura ya hemos hablado de la importancia de la arquitectura y su injerencia en los colegios y, más concretamente, en las aulas. Y, para ello, estrenamos este nuevo curso escolar con una interesante entrevista a Santiago Atrio Cerezo, profesional de la docencia de sobresaliente solvencia, profesor tanto en Enseñanza Secundaria como Universitaria; una opinión absolutamente interesante para los docentes. Desde Singladura agradecemos especialmente a Santiago su tiempo y dedicación para ofrecernos esta entrevista.
Durante décadas, la configuración de las aulas ha sido siempre la misma: alumnos sentados en pupitres mirando atentamente cómo enseñaba/dictaba un profesor una lección. ¿Cómo influye en el rendimiento académico la disposición de las aulas?
Bueno, afirmar taxativamente eso, no sería cierto. Hay muchos profesores que a lo largo de la historia han presentado ambientes de aprendizaje distintos de lo rutinario. Seguro que me olvido de muchos pero por poner algún referente el francés Freinet en la primera mitad del siglo pasado ya propugnaba la autogestión, cooperación y solidaridad entre el alumnado. En esa época el italiano Loris Malaguzzi se enfrentaba a reflexiones similares en Reggio Emilia. Y si nos retrotraemos a la primera mitad del siglo XVII y queremos ver su obra con cierta distancia, Amos Comenius ya ponía las bases de este tema en su referente “didáctica magna.”
Centrándome en la pregunta concreta, te pongo un ejemplo. Podemos observar al alumnado de educación infantil leyendo con cierta curiosidad que se pierde con su llegada a la educación primaria. Este hecho coincide con el cambio de escenario de la lectura que pasa de ser, hablo de forma general, de ambientes muy propicios con espacios de relajación, tumbados en el suelo, en rincones específicos, etc., a espacios mucho más reglados en ambientes ordenados.

En países nórdicos las aulas distan mucho de las que aún hoy imperan en España, apostando por profusión de colores y hasta sustituyendo pupitres clásicos por habitaciones abiertas donde los alumnos se «tumban» en torno al profesor. ¿Por qué ese cambio en las formas?
De nuevo no debemos generalizar pero entiendo tu pregunta. El caso del estudio de arquitectura 70º norte (http://www.70n.no/) es un excelente referente de tus palabras. Sus escuelas de Fjellvegen y Sommereng son, desde mi punto de vista, modélicas (http://www.70n.no/Tromso-kindergartens-everyday-transformation). El motivo del cambio en estos ambientes es porque se ha producido un cambio previo en la sociedad que demanda ese tipo de enseñanza, de metodología, de objetivos en la educación de sus hijos. Tenemos una sociedad anclada en la reclamación justa pero decimonónica, de escuelas para sus hijos pero que no reclama una tipología de espacio educativo actualizado, en sintonía con las didácticas que se vayan a utilizar en dichos espacios. Si seguimos pensando en hacer tornillos todos iguales, el modelo fabril funciona con mucha eficacia y eficiencia. En resumen que el cambio de los espacios debe pensarse en consonancia con el cambio en las metodologías.
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¿Te gustaría que tus aulas se parecieran a esta? A tus alumnos también. |
Actualmente las empresas invierten un considerable dinero en disponer de oficinas que sean «amigables». ¿Por qué los colegios deberían -de igual modo- invertir en este sentido?
¿Qué es un colegio? Perdón que responda con otra pregunta, pero si no nos preguntamos constantemente el porqué de las cosas, no estaremos en educación. Los niños se preguntan constantemente esto hasta que les convencemos de que eso no es correcto. Pues bien, lo es, es la esencia de la educación, la pregunta. Y vuelvo, ¿qué es un colegio?
Si la respuesta es un espacio donde pasar un tiempo de la jornada laboral, los espacios actuales se adaptan a las necesidades de esa propuesta. Si hablamos de ambientes de socialización, es decir, de lugares donde el ciudadano aprenda a vivir en sociedad, a compartir experiencias, a trabajar en equipo, a apreciar las diferencias, a expresar en diferentes lenguajes, a debatir sin miedo a expresar sus ideas, a defender sus postulados, etc., entonces puede que necesitemos otra tipología de espacios.
Las grandes empresas que invierten en ambientes, lo pueden hacer por estética, pero creo que detrás de esas intervenciones hay una clara intención de trabajar de modos concretos. Es la respuesta a esa necesidad la que define el espacio de trabajo.
Echando un vistazo atrás, si los colegios de hace 3 ó 4 décadas eran demasiado «grises» (hoy se apuesta más por el color), ¿se traduce esto en mejores resultados académicos del alumnado?
No conozco resultados de investigaciones en este sentido. Seguro que los psicólogos ambientales nos podrían ayudar, pero intuyo que sería una solución muy sencilla para un problema con tantas aristas. En primer lugar tendríamos que ver si las paredes eran grises o la fotografía en blanco y negro nos está trasmitiendo una información incompleta. Por otro lado, la apuesta actual por el color, tampoco la veo clara. La mayoría de los centros que conozco apuestan por tonalidades suaves de colores pastel y, una vez elegido el color, se aplica por igual a todas las estancias del centro. Habría que volver a preguntarse ¿por qué? Si no tenemos respuesta o la que tenemos es “porque da igual”, creo que tendremos un excelente motivo de tesis doctoral.
¿Qué pasos debe seguir un Colegio para que sus aulas contribuyan al proceso educativo?
Excelente pregunta. La sociedad actual ya entiende y tiene interiorizado que el alumnado precisa de materiales para resolver su proceso educativo. Propios como libros, material de escritorio, etc. Del centro como el mobiliario o los materiales manipulativos. O de la institución, cooperativa, congregación, consejería, etc., como el propio edificio, patios,…
Pues bien, igual que veo lógico manejar material manipulativo para determinados procesos de enseñanza, deberíamos ver con la misma lógica que el entorno donde trabajamos es en sí un instrumento educativo de primera magnitud. Esto lo saben bien mis alumnos de magisterio de 4º curso de Educación Infantil donde imparto esta asignatura. Al igual que necesitamos el ábaco, las regletas, el tangram, los dones de Fröbel, material Montessori o los bloques lógicos, deberíamos utilizar el propio espacio artificial donde trabajamos.
En resumen que necesitamos en primer lugar que la comunidad educativa, no sólo los profesores, esté convencida de que los espacios definidos con los estudiantes, contribuyen a la mejora de los procesos educativos. En segundo lugar viene la inversión necesaria para llevar a cabo estas transformaciones. Es en muchas ocasiones el final de la historia, pues sin dinero no hay reforma. Creo que nos equivocamos de nuevo. El éxito de pensar de este modo culminaría con la reforma pero el proceso es lo realmente educativo y además debería trabajarse de forma que todos los estudiantes, curso tras curso, disfrutasen de esa experiencia. Deseamos estar reflexionando en un espacio que hemos definido, que hemos hecho nuestro, que hemos personalizado y que, al finalizar el curso, hemos sabido volver a colocar en la misma situación que lo encontramos. Eso es educación.
A propósito, se dice que «cualquier espacio dentro del aula debe ser susceptible para el aprendizaje, no sólo las aulas», ¿qué papel deberían aquí jugar los arquitectos para lograr auténticos «centros de aprendizaje»?
Los arquitectos, soy arquitecto, diría que ninguna. Los equipos multidisciplinares dirían que mucha. Una de las profesiones que entiendo estarán en un futuro próximo será el “Gestor de Ambientes Educativos” de un centro escolar, cooperativa, congregación, consejería, etc. Todos los espacios que disponen estas instituciones son o tienen potencialidad, de ser educativos o no. ¿Quién se ocupa de su gestión, de su diseño, de su mantenimiento, de su transformación? Suelen ser profesores entusiastas que sin recursos temporales ni económicos se enfrentan a la tarea.
Creo que esta figura debe saber conciliar los cánones de la arquitectura educativa con el lenguaje metodológico escolar y por ello hemos creado en la UAM el “Máster en Diseño y Gestión de Espacios y Materiales Educativos: Educación y Arquitectura ” cuya primera edición comenzará en septiembre de 2017 y que está esperando que se apunten. Las plazas son limitadas.
Cambiando de tercio, y desde su experiencia, ¿cuál sería la mejor metodología pedagógica de entre las actuales (inteligencias múltiples, filpped classroom o gamificación?
Le puede sonar “cursi” o que eludo la respuesta, pero cualquiera en el que situemos al alumno en el centro del aprendizaje me valdría. Las inteligencias múltiples de Howard Gardner no las llamaría una metodología y de las otras dos, considero que si las ponemos en práctica haciendo partícipes al alumnado de su definición en el aula, me serviría.
¿De qué adolecen hoy día los docentes?
Adolecen de tiempo y les sobra información. La sobreinformación desinforma y nuestro sistema no hace más que proveerles de una inagotable cascada de datos que nunca podremos procesar. Si creyese en teorías conspiratorias, pensaría que es una forma de control para que no hagamos nada y por eso las infinitas reformas educativas o las evaluaciones internacionales estandarizadas nos ocupan el tiempo que deberíamos ocupar en repensar la educación con nuestros educandos.
Por cierto, entre el CAP y el Máster del Profesorado, ¿de dónde salen los mejores profesores?
Entiendo que te refieres a los profesionales que se formaron con ambas modalidades. Si no me equivoco el CAP ya no existe y la formación que recibieron es muy variada. En referencia al Máster Universitario en Formación de Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, hay una amplia oferta y aunque sea obligatorio para impartir docencia en secundaria, los diferentes centros que lo imparten tienen un abanico muy amplio de exigencia docente.
¿Cree que un MIR docente permitiría disponer de una elite educativa?
La palabra élite creo que habría que retirarla de la educación igual que otros términos como “exclusivo”. El sistema educativo no debe estar al servicio de las élites. Es una falacia de la sociedad actual que esconde que la “cuna” es mucho más determinante que la educación para lograr una posición elitista en la sociedad neoliberal imperante. Al igual que hablar de escuelas exclusivas cuando toda escuela, debería ser inclusiva pues el objeto de la misma es la socialización de los jóvenes que en el futuro deberán tomar importantes decisiones sobre el mundo que les dejamos en herencia.
Este es uno de los motivos de considerar al sistema educativo de Finlandia como excelente. Que el mejor centro educativo es el que está más cerca de tu casa, pues todos son excelentes.
Centrándome en la pregunta sobre la formación del profesorado y el MIR docente, habría que analizarla con otros parámetros. En primer lugar ¿hablamos sólo de secundaria? Si es así ¿el alumno en el año de MIR está contratado?,… El modelo existe en Francia y no sé si permite disponer de una mejor selección del profesorado, pero creo que podría contribuir a alejar de las aulas a personas poco motivadas con la realidad educativa y la vocación docente.
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