Durante estos años, desde Singladura, hemos recorrido la geografía española buscando los mejores proyectos educativos, charlando con directores de Colegios Privados, Concertados y Públicos para conocer las mejores prácticas educativas. En esta ocasión charlamos con Alejandro Monzonis, Director de IALE Internacional School. Nos pone sobre la mesa un proyecto fantástico donde todos los niños que acuden a IALE deben aprender a tocar un instrumento. Y no sólo eso: también se trabajan “materias” competenciales que no vienen en los libros como la cultura del esfuerzo, una cualidad hoy –quizás- en horas bajas…
En un momento tan difícil, desde diversos aspectos y propiciado principalmente por la pandemia, una de las claves para la escuela privada es mantenerse financieramente.
¿Abogaría usted por un modelo como el sueco donde el cheque escolar pasa de las manos del Estado al centro privado en caso de ser la elección de la familia?
El modelo sueco sobre la financiación en educación es un modelo muy bueno porque las familias, en este caso, pueden elegir libremente el centro y el modelo de educación que quieren para sus hijos pues ellos son los que reciben la ayuda económica que trasladan al centro y este no puede cobrar absolutamente nada más a los padres en concepto de enseñanza, alimentación, y material escolar. Es más, creo que en algunas zonas la uniformidad también está incluida.
Hay que tener claro que no todas las familias reciben la misma cuantía económica. Depende de su zona, provincia o región. En un mismo colegio hay alumnos que reciben diferente importe como ayuda y el colegio debe ofrecer a todos los estudiantes por igual, sabiendo gestionar correctamente la parte económica y recursos. En este sentido funcionan por igual colegios públicos y privados.
La pandemia puso sobre la mesa la idoneidad –además de viabilidad- del modelo de teletrabajo. Habida cuenta que será una realidad –intuyen los expertos- esta forma de trabajar dentro de apenas un lustro de manera generalizada en multitud de empleos, ¿cabe la posibilidad de una teleformación en la etapa de secundaria dentro de la enseñanza privada?
Efectivamente la situación ha contribuido a poner en valor el teletrabajo en las empresas, nos ha enseñado a darnos cuenta de que podemos trabajar de forma diferente siendo productivos y eficaces. Sin embargo, el proceso escolar independientemente de la etapa, no es solo algo académico; la formación debe ser integral y una parte muy importante del desarrollo de nuestros alumnos es la parte social, el crecimiento personal y como parte de un grupo. Los pequeños necesitan jugar, descubrir y experimentar con iguales, pero los adolescentes y preuniversitarios necesitan socializar y tener conciencia de equipo, tiempo para compartir inquietudes, para trabajar con compañeros, para desarrollarse emocionalmente y no hay lugar mejor para conseguir esto que en los colegios. Por ello, la presencialidad en las aulas es necesaria bajo mi punto de vista. La educación a distancia, en estas edades, de manera continuada, no creo que sea bueno para ellos.
Quizá en la Universidad ya no es tan necesaria porque los estudiantes ya están más formados, pero hasta segundo de Bachillerato creo que es lo más positivo.
El Centro IALE ha superado el medio siglo de existencia. ¿Cuáles eran los valores principales por los que unos padres elegían la formación en vuestro centro hace 50 años y cuáles son los valores que exigen –hoy- las familias?
Iale International School, cumplirá en febrero 55 años. Siempre se ha diferenciado por ser un colegio familiar, cercano, donde lo más importante es el alumno.
Estos aspectos son parte de nuestra esencia y -como tal- se han mantenido en el tiempo al igual que la apuesta firme por el inglés. Sin embargo, además de todo ello, hemos incorporado de forma curricular otros idiomas como el chino mandarín, alemán y francés. Las familias buscan un colegio donde sus hijos puedan desarrollarse al máximo y donde se les prepare para afrontar la vida y los nuevos retos de una sociedad cambiante, para ello es necesario instruirles competencialmente, ser alumnos tecnológicos y con capacidad de trabajo en equipo.
Los pilares que sustentan nuestro proyecto son: altos resultados académicos, dominio del inglés, preparación musical, deportiva y tecnológica y formación en valores.
¿Cómo prepara IALE a sus alumnos para que ofrezcan su mejor versión de sí mismos en la Universidad?
Fomentamos en nuestros alumnos la cultura del esfuerzo, ofrecemos oportunidad de participar en toda clase de proyectos en base a sus preferencias: medioambientales, ligas de debate, excelencia literaria, oratoria, olimpiadas científicas y mucho más. Salen del colegio con un extenso currículum ya formado a nivel de titulaciones oficiales de diferente índole y con la posibilidad de haber cursado Bachillerato Dual para obtener la doble titulación española y americana.
Trabajamos con ellos para que sean personas proactivas, con capacidad de resiliencia, solidarios y que piensen que siempre pueden hacer algo que esté en sus manos para contribuir a mejorar el mundo y la sociedad.
Menciona Ramón Barrea que el proceso de aprendizaje sólo se produce desde la emoción y que, para ello, el docente debe sorprender al alumno. ¿Qué proyectos educativos implementáis en IALE?
Como ya sabemos la neurociencia ha demostrado que las cosas que se aprenden desde la emoción se aprenden antes y mejor. No solo se aprende dentro de una clase, el aprendizaje se puede dar en cualquier lugar, incluso te diría que se aprende mucho mejor fuera de las aulas, dejando que el alumno descubra, que experimente y saque conclusiones. Verdaderamente es entonces cuando cada aspecto nuevo cobra sentido. Nosotros estamos inmersos en una transformación integral de los espacios de nuestro colegio y tener lugares que propicien que los alumnos estén en un entorno agradable y diferente también posibilita que se potencie el gusto por aprender cada día cosas nuevas y un estilo diferente en cuanto a metodología se refiere. Los profesores de hoy no pueden -ni deben- sustituir al alumno, deben ser guías y acompañarles en su camino pero dejándoles espacio y autonomía.
Llevamos a cabo muchos proyectos para fomentar la creatividad a todos los niveles, lógicamente diferentes en base a cursos y edades, tanto humanísticos como artísticos y científicos. “Me convierto en escritor”, “Manos a las mates”, “Concurso de cortometrajes”, “Sigue la pista”, “Diseña tu cuña de radio”, “Teatro curricular”, “Reforesta nuestro bosque”, “La ruta de la seda”, “Somos héroes olímpicos”, proyecto fruta “Un botín sabroso”, “Excelencia literaria de Navarra”, “Liga de debates”, “Olimpiada matemática, física y química”, “Iale music star”…, entre otros.
Sonia Díez explicó hace meses en nuestro blog que –últimamente- la educación, y desde el punto de vista pedagógico, se queda en “poco más que un conjunto de técnicas utilitaristas, dejando de ser un arte, una experiencia…” Los centros privados, por sus características únicas, parecen ser los más dotados para recuperar esa esencia ¿Qué valores diferenciales encuentra en IALE la familia que opta por educar a sus hijos en este centro?
Consideramos que educar es mucho más que una simple transmisión de contenidos y conceptos. Si fuera así ningún alumno nos necesitaría. La relación colegio-alumno-familia es la base de nuestra diferenciación. Consideramos a cada uno de nuestros alumnos como único e irrepetible y nuestra labor -como docentes y personas que forman parte de su vida- es descubrir lo mejor de cada uno de ellos, descubrir sus talentos, potenciar sus habilidades y sus puntos fuertes; y, a partir de ahí, ayudarles a vencer cualquiera de sus puntos débiles y dificultades. Los libros están muy bien pero las vivencias, el espíritu crítico, la experimentación, el autoconocimiento y la creatividad son los aspectos que van a hacer que un alumno se desarrolle y sea capaz de conseguirlo todo. Los jóvenes tiene que ser parte activa de la sociedad y no meros espectadores, pero hay que inculcarles valores como la solidaridad, la perseverancia, el respeto por las personas y por el medio, la autoexigencia, la honestidad, el trabajo bien hecho y la empatía para que sean capaces de transformar su entorno más inmediato y el mundo en general para mejorarlo. Esa es nuestra filosofía de centro.
Podemos formar a niños bilingües, con amplios conocimientos en herramientas tecnológicas pero el paro juvenil supera un peligroso 30%. ¿Qué competencias no están siendo realmente explotadas y alcanzan la juventud con ciertas carencias? (empatía, alegría, falsa sensación de amistad provocada por las redes sociales…)
Para poder responder correctamente a esta pregunta, necesitaría contrastar los datos del paro juvenil y ver los porcentajes que corresponden a juveniles con estudios superiores, con grados medios, o solamente hasta la Secundaria obligatoria.
Pienso que hoy en día, los alumnos, salen mejor preparados que antes en cuanto a formación. Son muy críticos y quizás de lo que más carezcan sea la tolerancia. Cuando hablo de tolerancia, es verdad que están preocupados por lo que ocurre a su alrededor, empatizan con las personas y sobre todo con sus amigos, pero no aceptan críticas y opiniones distintas de los demás con agrado y les hace ser impositores en algunas ocasiones. “O piensas como yo o estás contra mi”. Esto es algo que vemos a diario en la clase política, en las televisiones, en las redes sociales, etc. Es un tema en el que se debería profundizar y abordar en los colegios y lógicamente en las familias.
Observamos cómo –y con mayor frecuencia- numerosos centros privados en España se integran en redes educativas internacionales. ¿Cuáles son los pros y contras de ir solo?
La ventaja de ir solo es tu plena Autonomía, como centro educativo. Tienes un ideario y filosofía de centro, trabajas la educación en valores, la formación integral de la persona…, no estando sometido a una estructura central de grupo empresarial que -a veces- desconoce las características del propio centro y de las familias. Los objetivos que se persiguen son diferentes: en un caso el objetivo en sí es la rentabilidad y los números, y en nuestro caso el primer objetivo es la educación sin perder de vista que para ofrecer lo mejor debemos reinventarnos constantemente y buscar recursos para la financiación de todo nuestro proyecto.
La gran mayoría de centros que han entrado a formar parte de grupos internacionales, quizás es debido a que no tenían continuidad familiar y para garantizar la continuidad han optado por entrar en estos fondos de capital.
Personalmente soy más partidario de ser un centro independiente, familiar, que un centro dentro de un grupo internacional perteneciente a un fondo de capital.
En vuestra página web otorgáis una importancia muy interesante a la música con el lema “Cada niño un instrumento”: Explícanos más en profundidad cómo surge esta iniciativa y por qué la consideráis fundamental como para incurrirla en el Currículum.
Mi mujer y yo viajamos a Florida hace 15 años para visitar una serie de colegios privados y comprobar cómo habían implantado los lap tops como herramienta fundamental de trabajo pues era un proyecto que teníamos previsto desarrollar en Iale. Allí fuimos conscientes de la importancia que otorgaban a la formación artística en general y a la música y artes escénicas en particular. Quedamos maravillados y decidimos transformar la asignatura de música en nuestro colegio para convertir a nuestros alumnos en niños y jóvenes que disfrutaran de ella, que la vivieran en primera persona. Y qué mejor forma de hacerlo que aprender a tocar un instrumento desde muy pequeños, pero no como extraescolar sino curricularmente. Así surgió el proyecto
Alexander: “un niño, un instrumento”. Previamente, a su implantación se hizo un estudio sobre el impacto que tiene la música en los niños, comprobando que los alumnos que tocan un instrumento mejoran su capacidad matemática, su creatividad, la atención y en general los resultados académicos.
Trabajamos el método Willems, Suzuki y Gabou en las edades más tempranas y a partir de los cinco años comienzan a trabajar semanalmente una hora de instrumento, además de la asignatura de Música. Este proyecto fue el comienzo de otros más ambiciosos y creamos el primer Centro de Estudios Musicales privado en la Comunidad Valenciana (Conservatorio Profesional de Música), lo cual dio pie a tener nuestra propia Orquesta, Banda y Orquesta Sinfónica.
Desde hace ya varios años se está demostrando que la Formación Profesional es clave para integrar a los jóvenes en el mercado laboral (incluso universitarios que optan por aumentar su formación a través de módulos de FP). IALE se consolida como un referente como Centro Técnico Preuniversitario. Cuéntanos qué ofrecéis y por qué ese portfolio formativo.
Iale International School, ofrece el grado medio de Técnico de guía en el medio natural y de tiempo libre (TGMNTL) y el grado de Técnico Superior en enseñanzas y animación socio deportivas (TSEAS).
Los alumnos en estos cursos tienen mucha parte práctica de actividades, lo que hace que sean muy atractivos para ellos. Además, pueden realizar las practicas en el extranjero (Irlanda o Malta) por estar dentro del programa Erasmus Plus.
Al finalizar sus estudios hemos observado que un 50% se incorpora al mundo laboral en empresas relacionadas con las actividades deportivas y el otro 50% siguen sus estudios en la universidad.
También tenemos la parte musical donde ofrecemos el Grado Profesional de Música, como complemento a los estudios en secundaria y bachiller y el Grado Superior de Música, que es equivalente a la carrera de música, enfocada a profesionales de la música.