Continuamos desde el blog de Singladura para comprender -y evitar- el fracaso escolar. Pero, claro, nuestro siguiente entrevistado, Rafael Dávila nos da un giro de tuerca imprevisto y reflexiona sobre una cuestión de vital importancia. ¿Qué es el éxito? ¿Qué es el fracaso? Seguimos en el debate inmenso de las TIC entre los menores. ¿Están debidamente preparados para hacer un uso responsable de los mismos? Rafael Dávila es un profesional especializado en psicología social, quien nos desentrañará éstas y otras cuestiones para lograr que nuestros alumnos ofrezcan su mejor versión de sí mismos.
Muchos docentes parten de la premisa de que, para enseñar, hay que sorprender a los alumnos. Pero hoy, con la ingente cantidad de información (muchas de ellas falsas vía redes sociales), el hecho de sorprender casi es tarea imposible. ¿Cómo lograr captar la atención -en el aula- del alumno a través de la sorpresa?
Pienso que captar la atención de una persona es algo casi químico… Conseguir explicar o contar algo y que la personas te escuchen…
Pero también hay una cuestión muy importante de confianza, de hacer ver que sabes de lo que hablas, que te apasiona o interesa lo que estás contando. Piensa en las personas a las que te gusta escuchar, a las que “crees”… Mi opinión es que más allá de la información y de los materiales o la tecnología, está la confianza.
Cuando los alumnos sienten cierta desmotivación al no entender qué estudian, buscando una recompensa en el corto plazo, sensaciones que sí sienten al jugar a determinados vídeo juegos donde cada equis minutos pueden sentir cómo su autoestima crece gracias a una recompensa (pasar de pantalla o lograr un objetivo). ¿Cómo hacer ver a un alumno desmotivado la necesidad de estudiar?
La motivación que puede haber por ejemplo en un videojuego, es “placer instantáneo”, es dopamina… Algo que pasa y se convierte en “nada”… La motivación por el estudio debe ser algo intrínseco, que se encuentre en el propio aprendizaje, en el conocimiento, en el crecimiento, en el futuro… Para conseguir esto es de gran importancia unir siempre, y en todo momento, el contenido con la realidad, con la utilidad real para la vida, para lo profesional y para lo personal. ¿Por qué y para qué?
¿Cuál es el principal germen del fracaso escolar? ¿Por qué hay niños que, incluso con buenas capacidades (memoria, esfuerzo), no rinden ni siquiera el mínimo?
Pues verás, yo he llegado a plantearme incluso qué es eso del “fracaso” y del “éxito”… ¿Fracaso es un alumno al que le cuesta adaptarse a un sistema que marca lo que es el éxito? ¿Éxito es un alumno que aprueba todo pero que tiene una autoestima por los suelos?
Obviamente, si hablamos exclusivamente de estudios, creo que la clave está en la motivación. La motivación es la que te va a hacer incluso buscar ayuda si surge alguna dificultad, la fuerza para estudiarte algo incluso aunque no te guste.
Pero tenemos que plantear y nunca olvidar que estamos trabajando con personas y que hay un fondo mucho más importante que las notas y los títulos.
¿Por qué es tan importante la comprensión lectora desde las primeras etapas en primaria?
Hay dos factores que son esenciales para el aprendizaje que son la lectura y el cálculo. Esta demostrado que alumnos con buena capacidad de lectura y cálculo tienen el camino más fácil para adaptarse a los contenidos de la gran mayoría de las materias.
Pero fíjate, yo creo que más importante que la capacidad es la pasión. Veo más importante el trabajo en la animación a las matemáticas, a la lectura, a la historia, al deporte… Conseguir que los alumnos se apasionen, se motiven, quieran más.
¿Cuál sería la mejor técnica de estudio para un alumno que fracasa escolarmente?
Hay cuatro factores que afectan directamente en los estudios:
- La motivación
- La concentración
- La organización
- Y la técnica
La mala noticia es que no existe una técnica perfecta para todo el mundo. Si existiera, se enseñaría e incluso sería una asignatura (que por cierto, no sería mala idea).
La buena noticia es que todos podemos encontrar aquello que mejor nos funciona y nos conecta.
Dicho esto, generalizando, la mayoría de estudios concluye que las técnicas activas de estudio, aquellas que conllevan algo más que solo leer y memorizar, siempre van a ayudar y a facilitar más el aprendizaje.
La Neurociencia ha cobrado cada vez más interés en el mundo docente puesto que permite distinguir cómo aprende, recuerda y olvida el cerebro, procesos de suma importancia en el proceso del aprendizaje. En este sentido, ¿cómo los educadores deberían valorar la adquisición de estos conocimientos para un aprendizaje “de calidad”?
Es de gran importancia conocer cómo funciona el cerebro para entender por qué pasan ciertas cosas, pero aún más es conocer qué alumnado tenemos delante.
Sería maravilloso poder saber y detectar cómo aprende cada uno, qué necesita, qué dificultades o facilidades tienen, debilidades, fortalezas.
¿Imaginas poder trabajar conociendo a todos y cada uno de tus alumnos?
La apuesta del uso de las tecnologías en las aulas a través de tabletas y/o chromebook hace apenas una década empieza a perder adeptos, notándose un muy bajo rendimiento entre los alumnos. Teniendo en cuenta que los chavales que hoy estudian ESO dentro de 10 años deberán usar las TIC, ¿tecnología en el aula sí o no y cómo?
Creo que estamos en un momento extraño pero quiero pensar que se tomará un buen camino en los próximos años.
El hecho de prohibir, me parece el camino fácil. Se están dando situaciones como que un alumno tenga prohibido el acceso al centro con móvil un día y al día siguiente un profesor pida que lo lleven a clase para hacer una actividad.
El camino debe ser la educación por encima de la prohibición, pero entiendo que eso es mucho más complejo y conlleva mucho más trabajo.
Creo que el día de mañana, los nietos de nuestros hijos se reirán cuando les cuenten que estaba prohibido llevar móviles al colegio.
¿Qué cualidades debe tener el futuro maestro? Ergo, ¿todo el mundo valdría para dar clases?
Creo que el futuro es la atención a la diversidad. Entender que lo que tenemos delante son personas, con sus historias de vida, con sus maneras de aprender y de entender la vida. Ser capaces de adaptarnos a los alumnos, no dar nada por sabido, por sentado o por hecho.