Pasado el ecuador del curso charlamos con Manuel Bellón Coucé, Director General del Colegio Base, en Madrid, y profesional del sector educativo con una amplia experiencia en la dirección de Centros Educativos. Bellón nos acercará posiciones sobre determinadas variables en torno a la educación: cómo implantar tecnología, cómo ayudar a orientar a los alumnos en sus últimos cursos u otros parámetros para “medir” cómo de bueno es un colegio (más allá de PISA).
Se está poniendo cierto énfasis desde hace años en el desarrollo y trabajo de soft skillis (comunicación, pensamiento crítico, emprendimiento, creatividad) , competencias más “ligeras”, que ni están relacionadas con el contenido curricular ni son materia de examen; sin embargo, hoy son cruciales y parece que dichas sofá kills podrían ser los cimientos para que los alumnos se puedan desenvolver en la vida, mucho más allá de saber quién era Carlos V…
¿Deberían ser estas soft skills -o al menos algunas- materias de examen?
No diría tanto como materia de examen –pues tenemos otras formas de contrastar que se están trabajando adecuadamente – pero sí una obligación de trabajarlas dentro de las programaciones de aula de forma regular.
En los colegios debemos tener un “perfil de salida” para los alumnos que estudian con nosotros que, además de niveles académicos, contemple la adquisición de habilidades (sofr skills) y valores que permitan desenvolverse eficazmente en las diferentes situaciones que puedan encontrarse.
El bilingüismo se situó como bandera de muchos centros educativos -hace ya más de 10 años- al margen de su titularidad y la realidad es que muchos colegios -haciendo autocrítica- están viendo que están fomentando “analfabetos bilingües”. ¿Cómo podría a su juicio mejorarse el conocimiento de idiomas entre los alumnos?
Ciertamente el aprendizaje de idiomas, no solo el inglés, es un aspecto que ya está incluido en los modelos educativos. Afortunadamente, si miramos en el tiempo, podemos apreciar que se ha llegado a tal nivel de desarrollo que ya no es un “plus” o una cuestión que motive la matriculación.
Sin embargo, detrás de un idioma, se construye una cultura con todo lo que ello implica. La enseñanza de idiomas debe estar vinculada a la capacidad que tengamos de transmitir al alumnado una nueva forma de pensar, una manera de actuar en sociedad, una historia diferente al contexto más inmediato y, lo más importante, acceder a un sinfín de recursos culturales y manifestaciones artísticas producidas en esa lengua. Esta sería para nosotros la clave en una sociedad que crece en la diversidad, que valora y respeta las diferencias. En definitiva, se trata de transmitir al alumno una mentalidad abierta, convertirlo en un ciudadano del mundo con criterio y herramientas de comunicación.
El acoso escolar es una lacra antigua. Ahora, en la última década, ha pasado a denominarse bullying, o con el calificativo “cyber”. ¿Qué estamos haciendo mal para que ni se haya erradicado y -además- que tenga que venir un fabricante de bebida (Cola Cao) para crear su Fundación para luchar contra el acoso escolar?
Efectivamente, el acoso escolar es una circunstancia contra la que lidiamos desde siempre, aunque no siempre se ha afrontado con la misma determinación. La evidencia de la investigación de las últimas décadas hace que sea inevitable abordar su erradicación definitiva, y aquí todas las fuerzas suman. Cuando aparecen grandes marcas y se asocian con mensajes positivos, o cuando personajes influyentes entre los jóvenes mandan mensajes de intolerancia frente al bullying, refuerzan mucho el trabajo que se hace a diario en los centros escolares.
Con un desplome importante de niños en edad escolar, ¿qué pasos debe dar un centro educativo para sostener la rentabilidad del centro?
Desde la educación privada tenemos muy claro que debemos mantener la rentabilidad pues repercute en la mejora continua de nuestro proyecto. En estos momentos donde la natalidad es baja, tenemos que ser creativos en nuestras propuestas y explorar alternativas educativas que hace unos años no contemplábamos como la formación on line, alumnos extranjeros, propuestas deportivas que sean atractivas y permitan compaginar los estudios con prácticas intensas de deporte, incluso estudiar la implantación de otras enseñanzas regladas.
Hablando de economía escolar, y con los costes disparados en el sector energético amén de las consecuencias colaterales por la reciente crisis entre Rusia y Ucrania, ¿cómo capear el temporal para disponer de Centros Educativos eficientes energéticamente?
En este sentido, los colegios siempre hemos trabajado en proyectos cuya bandera es la sostenibilidad, debemos poner el foco en los ODS, concretamente instalando nuevas fuentes energéticas renovables y limpias, como por ejemplo placas solares.
El mantenimiento preventivo de las instalaciones hace que sean más eficientes y repercute en unos consumos más ajustados.
Obviamente, y tratándose de un centro educativo, continuamos con programas de concienciación ambiental para un uso responsable de los recursos en torno a las “3R”.
Para muchas familias saber si un colegio es bueno, más allá de sus instalaciones, es ver qué números arrojan en selectividad y PISA sus alumnos. ¿No debería haber otras variables que pudieran inclinar más la balanza, como proyectos de I+D que pudieran surgir desde las aulas, informes elaborados por docentes junto con alumnos, tesis?
Totalmente de acuerdo en la existencia de otras evidencias además de pruebas externas para mostrar las bondades de un proyecto educativo. Las pruebas externas validan aspectos muy concretos y un proyecto educativo es mucho más amplio.
Nosotros tratamos de evidenciarlo en dos líneas claras de acción: a través del profesorado y a través de las familias. El profesorado tiene reuniones semanales con los diferentes departamentos para poder ir analizando el proyecto pedagógico e ir tomando decisiones a medida que se va evaluando, no sólo de forma individual sino también al grupo. A su vez, los profesores trabajan con los responsables pedagógicos que tienen una visión global para detectar qué aspectos hay que reforzar en plazos más extensos que los de la evaluación. Por último, la coordinación entre todos nos permite tener una estrategia de centro que se está replanteando constantemente para adaptarse a los cambios que impone nuestro contexto.
Sin duda, para nosotros son muy importantes los proyectos que conforman el proceso educativo de crecimiento del alumnado. Para empezar, un sólido plan de acción tutorial donde se trabajen aspectos, no solo emocionales propios de la edad, sino los retos del contexto en el que vivimos. Se trata de un acompañamiento al niño, al adolescente y a los jóvenes. Por otra parte, estos proyectos vienen enriquecidos por otros que se desarrollan desde la coordinación pedagógica como pueden ser las jornadas de reflexión sobre el uso de los teléfonos móviles, los días internacionales marcados por la ONU o incluso la colaboración con instituciones sin ánimo de lucro para contribuir a la conciencia social del alumno.
La pandemia trajo pareja una palabra: teletrabajo. ¿Cree que los colegios podrían aprovechar el potencial de las herramientas de vídeo conferencia para dar uno (o más) pasos adelante para hacer un mayor seguimiento del alumno a distancia, tutorías online, crear grupos de trabajo entre alumnos, alumnos y profesores, alumnos, profesores y padres que complementaran la esencia de la educación?
La reflexión está siendo muy profunda para quedarnos con aquellas dinámicas que de verdad aportan valor a nuestro trabajo; en este campo necesitamos que nuestras leyes educativas otorguen validez al aprendizaje on line y de esta forma sería mucho más real esta transformación de la que hablamos. No estoy hablando de que la educación sea totalmente on line, sino de irnos a un modelo hibrido donde podamos aprovechar lo mejor de la educación on line y lo mejor de la educación presencial. Esto permitirá que un alumno pueda aprender en cualquier contexto y en cualquier momento.
¿Cómo se percibe hoy el nivel de educación de los alumnos y de los profesores? (autocrítica). Y no nos referimos a los conocimientos sobre materias, sino si hoy los niños son educados, corteses, etc.
Los cambios sociales son constantes y rápidos con lo cual desde los colegios tratamos de incluirlos en nuestra forma de hacer, pero sin perder de vista la EDUCACIÓN en sentido pleno y esto pasa por mantener unas normas de convivencia que permitan que nuestros alumnos adquieran hábitos correctos para relacionarse en la sociedad actual.
Los buenos modales deben de ser obligatorios en cualquier contexto.
Tenemos abogados, ingenieros, periodistas, médicos….¿por qué sigue habiendo cierto estigma social si un niño opta por estudiar ciclos de FP (habida cuenta de la escasez de determinados profesionales como fontaneros o electricistas)?
Personalmente pienso que, como país, no hemos olvidado tradiciones que vienen de finales de los años 80 donde nuestro país crecía y buscábamos que la mayoría de los alumnos tuvieran estudios universitarios por diferenciación social. Esto se ha mantenido hasta nuestros días con lo cual muchas familias no contemplan otras posibilidades de formación para sus hijos más allá de los estudios universitarios.
Y estos estudios se asocian con alumnos que tienen dificultades, en general, para acceder a estudios superiores universitarios.
Dicho lo cual, los colegios tenemos que insistir en la orientación vocacional que les damos a los alumnos y orientar individualmente, en función de capacidades y motivaciones que los alumnos muestran.
Según neurocientíficos y psicopedagogos quienes escriben a mano, “con bolígrafo”, ostentan una mayor fluidez de ideas para escribir textos de cierta longitud. De manera adicional, la escritura manual potencia tanto la memoria como una mejora en la comprensión lectora. Si en pleno siglo XXI muchos colegios optan por usar tablets y notebooks como eje para que los alumnos recaben información y muchos de los exámenes se reducen a test, ¿hasta qué punto puede ser perjudicial tanta tecnología?
Estoy totalmente de acuerdo con lo expresado por los neurocientíficos y los psicopedagogos: la lecto-escritura es esencial y necesaria para poder alcanzar altos niveles de desarrollo neuronal y potenciar la creatividad en el niño. A partir de aquí, el propósito de nuestro centro es acompañar el crecimiento haciendo un uso responsable y comedido de los recursos tecnológicos.
Creemos que es necesario educar teniendo sobre la mesa todas las herramientas que permiten comunicar el pensamiento humano. Tal es así que permitimos el uso del móvil en el aula confiando en la educación que estamos impartiendo para que sea siempre un apoyo en los procesos pedagógicos y no una distracción. Es un camino, y complejo, pero casi no tenemos incidencias por uso indebido de los teléfonos. Esto nos permite escuchar música, grabar presentaciones orales o incluso desarrollar proyectos en asignaturas como idiomas y tecnología.
Por otra parte, la realidad es que las pruebas finales de etapa siguen siendo escritas a mano y ello hace que no descuidemos el uso de los materiales más tradicionales. Los alumnos desarrollan su creatividad expresiva a través de la escritura a mano y las asignaturas de Lengua Castellana y Literatura potencian mucho este uso cuidando aspectos como la caligrafía, la ortografía, la presentación de ideas con evolución temática y la adecuación de los textos según el medio.