El elemento concluyente que nos indica fácilmente saber dónde estamos cuando entramos a un aula, la pizarra. En Singladura, como especialistas en mobiliario escolar y para colectividades, sabemos la importancia que adquiere este elemento en cualquier colegio. Más allá de ser el medio de comunicación del profesor con los alumnos, las pizarras sirven para refrendar el conocimiento del docente, para apoyar la clase y conseguir una mayor eficiencia en el aprendizaje de los alumnos.
No importa el proyecto pedagógico de tu colegio, si empleas las TIC de manera profusa u optaste por no integrarlas; lo que sí es seguro que no podrás prescindir de una pizarra en el colegio, en tu aula.
Desde los ciclos infantiles, tanto los profesores como los alumnos sienten esa necesidad de acercarse a la pizarra y dibujar los trazos de las letras, una actividad que resulta crucial para que la mente de los más pequeños compongan en su cerebro diversas letras que más tarde formarán palabras.
A pesar del gran auge que tuvieron hace casi 10 años las primeras pizarras digitales– denominadas PDI- a día de hoy ningún colegio prescinde del clásico encerado, bien sea en color negro o verde oliva; y no se trata ya de una cuestión romántica. Está demostrado que los niños que trabajan diariamente frente a una pizarra, trabajando en el aula con una tiza escribiendo sobre la pizarra desarrollan ciertas habilidades que les permite aprender mejor los conceptos explicados en clase.
Así, las pizarras han evolucionado hacia asignaturas específicas. Por ello, en Singladura, dentro del apartado de pizarras y encerados diseñados para centros educativos, cuenta con pizarras clásicas y otras pizarras donde vienen ya impresos los pentagramas, de modo que los profesores de música pueden situar más fácilmente las notas, silencios, etc. De igual modo, en Singladura podrá encontrar – por ejemplo- pizarras preparadas con cuadrícula.
Para su escritura, Singladura ofrece pizarras donde poder escribir con las clásicas tizas o bien con rotuladores, fabricadas con marcos cuyo perfil es de aluminio anodinado. Las superficies de las pizarras pueden escogerse en diversos colores: desde el clásico verde o negro hasta el azul, gris.
Respecto a las dimensiones, en Singladura el Colegio podrá encontrar un amplio abanico de posibilidades: desde las pequeñas pizarras de 40×60 centímetros hasta grandes pizarras de 4, 5 o 6 metros de largo x 120 centímetros de alto.
Dirigido a aquellos profesionales que prefieran emplear rotuladores en lugar de tiza, Singladura cuenta con pizarras magnéticas –vitrificadas- en color blanco. Gracias a su superficie magnética de acero vitrificado el profesor podrá hacer un uso intensivo y frecuente de la misma sin problemas de desgaste o rotura. Además, el profesor podrá proyectar sobre la pizarra imágenes o vídeos de fuentes externas, como diapositivas o clips de vídeo. Además, cuenta con un cajetín reposarrotuladores de 1 metro.
Pensando en entornos colaborativos donde los elementos de aprendizaje deben tener la cualidad de integrarse fácilmente por grupos de alumnos, Singladura ofrece a los Centros Escolares pizarras volteables, pudiéndose girar el plano 360 grados.
Además también cuenta con pizarras sujetas sobre caballetes (no ancladas a la pared), permitiendo su movilidad por el aula, en uno u otro lado de la clase. Si queremos dotarla de una mayor movilidad, Singladura ofrece a los Colegios pizarras incluso con ruedas, con dimensiones desde 1,5 metros hasta 2 metros por 120 centímetros de alto.